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Cómo controlar la ansiedad y el estrés

La ansiedad es uno de los principales males del siglo. Miles de personas afirman tener algunos de los síntomas relacionados con ese estado de inquietud. Pero, ¿tú sabes cómo controlar la ansiedad?, hacerlo es fundamental para el estado de equilibrio de la salud mental.

Sobre eso vamos a hablar en este texto, sin embargo, antes es importante conocer qué realmente es la ansiedad, cuáles son sus tipos más comunes y también saber cuándo la ansiedad deja de ser algo normal para ser considerada un trastorno que requiere atención médica.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una respuesta natural que nuestro organismo manifiesta cuando somos sometidos a un peligro. En el pasado muy distante era lo que permitía, por ejemplo, que los hombres del tiempo de la caverna huir ante la amenaza de un animal peligroso.

En efecto, todavía hoy, es la ansiedad que nos mueve a decisiones rápidas en momentos que nuestra vida corre peligro.

Podemos entonces decir que la ansiedad es una reacción que todo individuo experimenta ante algunas situaciones que le generan temor.

Sin embargo, si pensamos en las situaciones cotidianas en que la ansiedad se manifiesta, percibimos que no siempre ella está relacionada con la fuga de grandes peligros.

Muchas personas, por ejemplo, experimentan fuerte ansiedad cuando tienen que  hablar en público, cuando precisan presentarse a una entrevista de trabajo o cuando es necesario realizar exámenes de salud, entre otros.

Lo que vemos manifestarse, entonces, es un sentimiento de inquietud y preocupación, muchas veces acompañado incluso de temor por algo que está a punto de ocurrir, o que la persona supone que está próximo a pasar.

Propiamente, la ansiedad no es mala, el problema, sin embargo, se presenta cuando ella conduce la persona a un bloqueo ante los pensamientos sobre posibles experiencias futuras.

Dos tipos de ansiedad

Podemos distinguir al menos dos tipos de ansiedad: adaptativa y patológica. El primer tipo, la llamada ansiedad adaptativa se manifiesta cuando tenemos alguna actividad prevista y, por ello, nos sentimos ansiosos. Es algo común, por ejemplo, cuando tenemos un encuentro importante o nos preparamos para presentar un trabajo en la universidad.

La ansiedad adaptativa no es preocupante, y los síntomas suelen pasar así que el evento previsto pasa. En cambio, la ansiedad patológica se caracteriza por llegar a una intensidad más grande, que el cuerpo ya tiene dificultad de manejar.

Asimismo, la ansiedad pasa a ser considerada patológica cuando no se suele identificar qué la genera y cuando sus síntomas no se relacionan directamente con un evento específico. En esos casos la salud física y mental comienza a ser afectada.

Posibles causas

Las causas de la ansiedad no se conocen del todo, sin embargo, se sabe que existen factores que pueden provocarla, como la predisposición genética o situaciones que la persona tiene dificultad de afrontar, como la muerte de un ser querido o problemas económicos, por ejemplo.

Los principales factores que pueden provocar ansiedad son:

Biológico

Cambios en neurotransmisores y áreas específicas del cerebro responsables de las emociones, como el sistema límbico pueden estar relacionados con la ansiedad.

Ambientales

Determinadas situaciones familiares, laborales o económicas también pueden generar ansiedad y estrés.

Psicológico

Situaciones traumáticas del pasado también pueden generar ansiedad por miedo a repetirse.

Principales síntomas de la ansiedad

En realidad, cada persona puede manifestar la ansiedad de formas distintas; sin embargo, existen algunos síntomas que son más frecuentes.

Los síntomas de la ansiedad son psicológicos y físicos, ya que el cuerpo puede somatizar síntomas relacionados con el psiquismo. Conocer los síntomas es fundamental para saber cómo controlar la ansiedad.

Aprehensión

El estado de aprehensión es uno de los síntomas psicológicos de la ansiedad. Se trata de una preocupación excesiva ante algo que se cree que pueda ocurrir. Muchas veces el temor no tiene evidencias de ser real, pero igualmente genera ansiedad.

Angustia

El sentimiento de angustia también es común cuando se sufre de ansiedad. La persona suele sentir una gran aflicción acompañada de opresión y tristeza.

Insomnio

Significativas alteraciones en el sueño suelen ocurrir en personas ansiosas. En efecto, es común que tengan dificultad para dormir.

Tensión muscular

Sentir frecuentes sentimientos negativos, como el miedo, la aprensión y el pánico, acaban afectando la salud del cuerpo.

Los músculos quedan en estado de tensión y listos para reaccionar ante una amenaza, porque la persona ansiosa transmite este mensaje al cerebro cuando siente miedo sin motivo aparente. La tensión no es más que la respuesta de un organismo a un peligro potencial.

Náusea

Las náuseas suelen ser uno de los síntomas físicos de ansiedad más incómodos. La persona ansiosa siente un impulso incontrolable de vomitar cuando la ansiedad ataca, pero como no puede hacerlo, se siente mal hasta que la sensación desaparece. En muchos casos, las náuseas progresan a gastritis nerviosa.

Las náuseas ocurren porque, cuando estamos ansiosos, el cerebro libera neurotransmisores para despertar al cuerpo y prepararlo para responder a las amenazas. Algunos de estos neurotransmisores pueden ingresar al tracto digestivo, alterando la flora intestinal.

Falta de aire o respiración acelerada

En lugar de inhalar y exhalar el tiempo suficiente, intentamos llenar nuestros pulmones con respiraciones breves, lo que contribuye a la hiperventilación.

Esto, a su vez, reduce los niveles de oxígeno en la sangre, lo que puede provocar temblores, entumecimiento en las extremidades, sequedad de boca y dolor en el pecho.

¿Cómo controlar la ansiedad?

La psicoterapia es fundamental para el tratamiento de la ansiedad. A través del seguimiento terapéutico, la persona ansiosa finalmente encuentra estrategias para lidiar con el sentimiento e investiga las causas de su existencia.

Asimismo, si la ansiedad llega a niveles muy elevados, puede ser preciso buscar ayuda médica. En esos casos, el psiquiatra puede identificar un trastorno de ansiedad y, por eso, recetar medicamentos para controlar el cuadro.

Además del acompañamiento psicológico y médico, algunas terapias y herramientas complementares pueden indicar caminos de cómo controlar la ansiedad.

Entre las alternativas, se suele destacar el trabajo con técnicas de respiración. En efecto, es muy recomendable que durante una crisis de ansiedad la persona trate de dirigir su foco a la respiración, estando atenta a las inhalaciones y exhalaciones.

Por fin, disciplinas como el yoga y la meditación también pueden hacer parte del proceso para manejar la ansiedad.

 

Lucas - Equipo Editorial

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