El rol de los líderes dentro de las organizaciones es hacer que todos los miembros de las mismas se encuentren motivados y caminen a la par con los objetivos de la empresa; por ello, es fundamental que cuenten con algunas características para estimular el desarrollo de sus equipos. Por ello, en este texto hablaremos de la importancia de los jefes en la estructura organizacional.
La persona que ocupa el rol de jefe, asume la responsabilidad por los procesos internos de una organización. Dentro de una estructura organizacional, es quien ayudará en la coordinación y delegación de tareas y actividades, por ejemplo.
Pero existen muchas otras responsabilidades esenciales para quién desempeña esta función. Mucho más que jugar al rol de delegar actividades, como ya hemos comentado, ser jefe es también entregarse de lleno a las actividades, mostrando de forma clara cómo conseguir los objetivos definidos para los integrantes del equipo.
Por ello, los objetivos deben ser siempre muy claros y prácticos, para que, efectivamente, sean alcanzables. Luego, el líder debe definir cuáles son las prioridades del día, de la semana, del mes o de períodos más largos. De acuerdo a lo estipulado por la empresa, será responsabilidad de los diferentes gestores convocar a su equipo para lograr juntos las metas.
¿Cuáles son las diferencias entre líder y jefe?
En las organizaciones, quienes ocupan los roles de gerencia tienen una gran responsabilidad, puesto que son ellos los que deben dirigir al equipo hacia la superación de los retos, la obtención de resultados y a los grandes logros. Los jefes, en efecto, son piezas claves para el funcionamiento de cualquier organización.
Para ello, quien asume tales funciones debe tener un perfil de líder, pero eso no siempre sucede. Por eso, te invito a ver algunas diferencias entre jefe y líder.
En primer lugar, quien ocupa la posición de jefe, pero que no tiene perfil de líder, muchas veces dirige a las personas sin una capacidad de guiar efectivamente. O sea, hay una diferencia entre decirle a los integrantes de un equipo: “Hagan esto” y ponerse en una actitud de trabajo mutuo, donde la persona que es líder da instrucciones, pero a la vez se siente parte de la labor.
En segundo lugar, muchas veces quien tiene el rol de jefe es alguien que tiene el respeto de los colaboradores porque les inspira cierto temor. Por otro lado, quien es líder logra conquistar su confianza.
En tercer lugar, destacamos las posturas de una persona que es jefe y de otra que es líder en los percances del cotidiano. La primera tiende a buscar los responsables por los problemas; mientras que, la segunda se ocupa con la búsqueda de soluciones.
¿Cuáles son las características de un líder?
Ser líder no depende propiamente del puesto. Existen diferentes tipos de líderes que no necesariamente ocupan una posición jerárquica más alta que otros miembros del equipo. Los líderes, en realidad, son personas que transmiten seguridad, tienen capacidad técnica, saben comunicarse bien y asesoran al equipo. Personas con tales características acaban convirtiéndose de forma natural en un referente para los demás.
La capacidad de inspirar y motivar a otros son cualidades que identifican a este perfil. Servir de espejo y promover el desarrollo del equipo en su conjunto es lo que se espera de los líderes.
Todos estos elementos, sumados al trato respetuoso con los demás miembros del equipo y la confianza depositada en los demás, hacen que una persona asuma la posición de líder y sea inspiración para el equipo. Lo más interesante de ello es que puede haber jefes que no tienen las calidades de un líder, y líderes que no son jefes.
¿Y las características de un jefe? ¿Cuáles son?
En general, la responsabilidad de los jefes es de definir las funciones, distribuir las tareas y velar para que se respeten los horarios y los plazos. Se espera que esta persona se desempeñe por encima del promedio y tenga una visión global de todos los sectores involucrados en las actividades de una empresa u organización. Solo así sabrá sacar el máximo provecho a cada tarea y a cada empleado.
No obstante, como puedes percibir, los jefes no tienen por qué ser la conocida figura caricaturesca que muchas veces aparece en las películas, siendo retratados como verdaderos verdugos. Aunque existan jefes así, se trata de una desviación de la función.
En realidad, quien ocupa la función de jefe debe tener buenas habilidades de comunicación, necesita saber escuchar y también hablar de forma clara y directa, porque es quien será portavoz del equipo ante instancias superiores.
No hay razones para adoptar una postura autoritaria cuando ocupamos el cargo de jefes, a pesar de tener que hacerse cargo de la situación en tiempos de crisis. De hecho, la persona que está en el rol de jefe puede y debe ser vista como otro miembro del equipo, pero también como quien tiene la responsabilidad de exigir en el momento cierto, a las personas ciertas y de la mejor manera.
En resumen, queda claro que los jefes son esenciales en las organizaciones. Asimismo, los jefes que logran combinar características de liderazgo con la función de gerencia suelen ganarse el respeto y la admiración del equipo, además de poder inspirar verdaderamente a los empleados.
Por lo tanto, invertir en el desarrollo del liderazgo dentro de la empresa es una excelente manera de encontrar y ayudar en el desarrollo de profesionales que tengan la capacidad de convertirse en buenos jefes. Esta es una forma de valorar a alguien que se ha dedicado a la organización.
Esta actitud motiva a todos los que forman parte del equipo. Demuestra que el avance profesional es posible, y se refleja en la mejora del clima organizacional, en el compromiso de los colaboradores y, en consecuencia, en los resultados. Sin mencionar que tendrás al frente a una persona que ya está insertada en la cultura organizacional de la institución, que comparte la visión y los valores de la empresa y que conoce a fondo los procesos.