Muchas personas creen que sus vidas podrían mejorar si tuvieran más fuerza de voluntad. Con una mayor fuerza de voluntad tendríamos una dieta más saludable, haríamos ejercicio con regularidad, evitaríamos las drogas y el alcohol, por supuesto ahorraríamos para la jubilación, no dejaríamos las cosas para después y en general alcanzaríamos todo tipo de metas. La pregunta sería cómo podemos desarrollar la fuerza de voluntad.
Podemos tomar como ejemplo los resultados de la encuesta Stress in America™ de la Asociación Americana de Psicología (APA, en inglés). La encuesta pregunta, entre otros temas, sobre la capacidad de los participantes para hacer cambios saludables en su estilo de vida.
Los encuestados frecuentemente responden que la falta de voluntad es su principal motivo para no llevar a cabo estos cambios. En 2011 el 27 por ciento de los participantes respondió que la falta de fuerza de voluntad era la barrera más significativa para no cambiar.
Si bien muchos consideran que una fuerza de voluntad deficiente es responsable de sus decisiones imperfectas, está claro que no se han dado por vencidos. La mayoría de los encuestados cree que la fuerza de voluntad es algo que se puede aprender. Y quizás están en lo cierto.
Esperamos puedas hoy reforzar tu fuerza de voluntad por medio de este artículo que hicimos con el mayor empeño para ayudarte a conseguir tus metas más soñadas. Acompáñanos.
Entonces, ¿Cómo podemos desarrollar la fuerza de voluntad?
Podemos intuir que muchos de nosotros nos hemos sentido equivocados alguna vez, incluso puede que no nos sentamos lo suficientes para lograr algo. Tenemos siempre cosas pendientes y el sentimiento de culpa nos empaña. Por aquí te queremos presentar unas opciones para que puedas mejorar tu fuerza de voluntad.
Toma en cuenta tu motivación
Primero que nada debemos tomar conciencia de nosotros mismos, saber de que somos capaces de todo y darnos incentivos constantemente. Debemos ser nuestro propio entrenador, y repetir constantemente que somos extraordinarios. Y bajo las peores circunstancias, tenemos que ser comprensivos con nosotros mismos y ser nuestro mejor aliado, como ser nuestro mejor amigo.
Hay que tener presente siempre los objetivos que queremos cumplir, la promesa de realización de esa actividad o proceso, eleva la producción de dopamina en la sangre y hace que sea más fácil renunciar a la satisfacción inmediata, y apostar a la obtención de la satisfacción en el futuro. Estar motivado y tener foco sobre los resultados que queramos obtener, también va ayudarnos a tomar mejor decisiones al respecto con menos esfuerzo.
Regla de los 5 segundos
Algunas personas no lo saben, pero esto lo respaldan múltiples investigaciones, tomar decisiones nos consume muchas energías. Estas investigaciones sostienen que conforme vayamos tomando más decisiones a lo largo del día, más difícil será tomar las decisiones correctas.
Por esta razón se cree que hay que tener un límite de toma de decisiones importantes y además ayudarnos mecanizando el razonamiento para tomar algunas de ellas. Es así cómo se llegó a la regla de los 5 segundos.
Esta regla consiste en educarnos a tomar decisiones rápidas, es decir, mientras más rápido podamos tomar decisiones, más rápido se acostumbra el cerebro a razonar. De esta manera vamos a poder desarrollar una especie de reflejo automático de nuestra psiquis para facilitarnos el proceso de toma de decisiones. Así pues, nos agotaremos menos ya que este proceso consumirá de nosotros menos energía.
Existe en nuestro cerebro un proceso para la toma de decisiones llamado efecto reflector, que consiste en maximizar los efectos negativos de cada toma de decisiones. Este proceso dificulta la manera en la que procedemos a ejecutar acciones significativas. Por medio de la regla de los 5 segundos, vamos a poder administrar mejor este sentido. Ya que nos ayudará a diferenciar entre decisiones matutinas de las realmente importantes.
Ejercicios de respiración
Por medio de los ejercicios de respiración podemos controlar nuestros impulsos físicos naturales, así como también la variabilidad de nuestro ritmo cardiaco. La respiración que deberíamos tener para esto, sería una respiración lenta, constante y profunda, con ella se pueden prevenir incluso, estados de depresión, de ira y de angustia.
A veces es necesario tener un control de nuestros reflejos porque cuando nuestro cerebro se encuentra ante situaciones peligrosas o bajo mucha presión, tiende a ponerse irritable, impulsivo y podemos perder el control de nuestra fuerza de voluntad. Porque bajo esas circunstancias adversas, podemos tomar decisiones aleatorias que no nos favorezcan en el largo plazo, ya que estarán sujetas a las situaciones y no a nuestros deseos.
Un ejemplo propio de esto, puede ser que en el trabajo debamos tomar una decisión difícil, nos desesperamos, nos aceleramos, no nos tomamos el tiempo de pensar lo suficiente, cedemos ante la presión y tomamos una decisión cualquiera que no nos garantiza conservar nuestro trabajo. Cuando lo correcto debería ser, por medio de la respiración controlar nuestro ritmo cardiaco, calmarnos un poco, pensar fríamente la situación y luego proceder a decidir.
Conforme avancemos a hacer este tipo de ejercicios, vamos a poder razonar sobre lo que nos conviene más fácilmente, sin necesidad de entrar en la desesperación o frustración que traen las malas decisiones.
Aplicar el sistema de pausa y plan
Este sistema es prácticamente lo opuesto al instinto de lucha o huida. Cuando el instinto reacciona de forma instantánea no toma en consideración, la satisfacción futura, solo busca resolver la situación presente. Y aunque, ante circunstancias de vida o muerte resulta provechosa, en el día a día no tanto. Porque como ya explicamos, la capacidad de anteponer nuestro futuro ante nuestro presente es determinante para mejorar nuestra fuerza de voluntad.
Aplicar el sistema de pausa y plan, permite tomar en cuenta, todas o al menos la mayoría de las variables presentes ante una decisión. Ayuda a ver con claridad el panorama, la foto completa de la situación a la que nos enfrentamos. Cuando es bien aplicado, nos permite además hacer una matriz de posibles resultados y de está manera brindar soporte a la razón de nuestras decisiones. Responde el por qué hacemos lo que hacemos.
Explicado de forma clínica, este sistema permite bajar las ondas cerebrales desde beta hasta alfa. Lo que quiere decir que tenemos control y consciencia de lo que estamos haciendo.
La salud física mejora la fuerza de voluntad
A nuestro cuerpo vivimos llenándolo de sustancias, café, té, mate, cerveza y medicamentos. Cualquier alteración fisiológica que generemos va a afectar nuestra fuerza de voluntad, algunos alimentos nos hacen más activos, más atentos y otros hacen lo contrario, nos retraen, nos adormecen e incluso nos confunden. Para estar en nuestras competencias mentales completas también tenemos que cuidarnos físicamente hablando.
Es importante que recordemos, que nuestro estado emocional está también determinado por nuestra salud física, y para tener una fuerza de voluntad saludable hay que intentar en lo posible también ser saludable. Si no, no llegaremos a ver nuestras metas cumplidas en el futuro, ya que por cuestiones de salud no estaremos.
Gracias por seguirnos y acompañarnos. esperamos de todo corazón verte pronto acá por el mismo canal y a la misma hora.
Esperamos que por medio de estos gratificantes consejos puedas llegar a desarrollar la mejor fuerza de voluntad para cumplir tus sueños.
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