Los antecedentes de la gestión empresarial nos pueden llevar a situarnos en un tiempo muy lejano al nuestro, por eso es necesario de antemano saber a qué nos referimos cuando hablamos acerca de la gestión empresarial, veámosla con el siguiente ejemplo.
Si queremos entender de una manera clara y sencilla qué papel cumple la gestión empresarial dentro de una institución, podríamos compararla con el trabajo que realiza un mecánico automotor al momento de evaluar los engranajes que hacen posible que un automóvil marche en buenas condiciones.
De esta manera, el mecánico, basado en sus conocimientos, puede hacer un examen de todos los sistemas del carro y conocer qué problemas ha podido presentar el auto, y, además, dar indicaciones precisas acerca de lo que se puede hacer para que todos los componentes del automóvil funcionen armónicamente.
Antecedentes de la gestión empresarial
Dicho lo anterior, es hora acercarnos a los antecedentes de la gestión empresarial, no sin antes, destacar que, aunque el término nos parezca relativamente cercano, su práctica y aplicación se remontan a los orígenes de la humanidad como sociedad.
En otras palabras, el estudio de la gestión empresarial como carrera profesional se empezó a desarrollar en el año 1933, en España, sin embargo, las primeras civilizaciones ya contaban con sistemas de administración de sus recursos que les permitía mejorar sus condiciones de vida.
Es decir que, podemos ver cómo la gestión empresarial o la administración de nuestros recursos han estado íntimamente ligados al desarrollo de nuestra especie.
En esa línea, veamos de manera rápida los antecedentes y evolución de la gestión empresarial en la historia de la humanidad.
Paleolítico y Mesolítico
En primer lugar, durante los periodos del Paleolítico y Mesolítico, 300.000 años atrás, la caza y la recolección, representaron el principal sistema de sustento para los primeros grupos de la especie humana sobre la tierra, dichos grupos tenían, dentro de su organización, métodos de gestión de sus recursos, como el trabajo en equipo, para satisfacer sus necesidades básicas.
De hecho, esta manera de organizarse les dio ventajas sobre otras especies, tales como, el desarrollo de la comunicación tal como la conocemos en la actualidad y aumento progresivo en el tamaño de sus cerebros.
Año 6,000 a.c
En segundo lugar, alrededor del año 6,000 a.c., en las primeras comunidades sedentarias, es decir, que se ubicaban en un solo lugar y explotaban los recursos que encontraban en este, se dio el fenómeno de la agricultura, de tal manera que, se da un gran paso en la producción de alimentos para las primeras tribus.
En consecuencia, este sistema empieza a generar una organización especial que permite que todos los recursos que se tienen alrededor de la actividad de la agricultura vayan enfocados al bien común de estas comunidades.
Años 4.000- 3.000 a.c.
En tercer lugar, durante los años 4.000- 3.000 a.c. se comienzan a formar las primeras civilizaciones y con ella una nueva manera de organización de tipo jerárquico; así mismo, se dan las primeras formas de escritura, y, por lo tanto, los primeros registros contables e inventarios de recursos a nivel alimenticio, poblacional, bélico, etc.
De esta manera, civilizaciones como la de la Antigua Grecia hasta las primeras monarquías europeas tienen dentro de sus mecanismos de organización no solo registros detallados de todos sus recursos, sino que, además, los primeros centros de formación para la élite de sus sociedades.
Más adelante, en el siglo XVIII, tiene lugar un acontecimiento que parte en dos la manera como el ser humano concibe el mundo; este fenómeno lo conocemos como Revolución Industrial.
La Revolución Industrial
En síntesis, con la Revolución Industrial nos vemos frente a un modelo social que nos traslada del mundo rural al ambiente de las grandes ciudades. Durante las primeras décadas del siglo XVIII se da una masiva migración del campo a la ciudad, en la cual se empiezan a generar otros campos de trabajo diferentes a la agricultura, tales como la manufactura, la construcción de trenes y una amplia gama de empresas surgidas de nuevos descubrimientos de recursos minerales y científicos.
Podemos agregar que las dinámicas de las nacientes industrias y empresas se basaban simplemente en conseguir la mayor producción para responder a la demanda de la sociedad.
Por otro lado, el crecimiento de las empresas se solía dar a costo del bienestar de los trabajadores, puesto que el único objetivo de la empresa era crecer.
A pesar de ello, no podemos negar que este gran movimiento industrial dejó grandes aportes a lo que sería el futuro de las empresas, por ejemplo: cambio de los sistemas de producción, disminución de los costos operacionales. Además, fue en ese ambiente que surgió la competencia.
Para concluir con esta breve exposición de los antecedentes de la gestión empresarial, podemos mencionar que en el siglo XX economistas clásicos como Adam Smith y John Stuart Mills proporcionaron una base teórica a la asignación de los recursos a la producción y la fijación de precios.
En 1920 se crea el concepto de división del trabajo, en el cual los trabajadores, motivados por el salario, se dedican a operaciones simples y repetitivas. Con esta distribución del trabajo se creía que se podía obtener un mejor rendimiento productivo dentro de la organización.
Nuestros tiempos
Por último, el siglo XXI se caracteriza por la globalización de la economía, la existencia y proliferación de todo tipo de empresas y múltiples estilos de gestión y avances administrativos.
En resumen, podemos decir que, aunque la gestión empresarial y la administración, como carreras profesionales, iniciaron hace muy poco tiempo, es necesario decir que la humanidad desde sus inicios, de manera práctica, ha hecho camino en lo que tiene que ver con la administración de los recursos para el bien común del grupo.
Componentes de una buena gestión empresarial
En concordancia con este breve repaso por los antecedentes de la gestión empresarial en la historia de la humanidad, no estaría de más agregar los componentes fundamentales del quehacer de una buena gestión empresarial:
La planificación
En ella se tomarán en cuenta y se combinarán los diversos recursos de la organización a fin de producir nuevos proyectos que en un futuro cercano resulten beneficiosos para la empresa.
La organización
Es algo importante al momento de combinar todos aquellos recursos con los cuales la organización o empresa cuenta para incentivar el trabajo en conjunto, en miras de obtener de ellos un mejor aprovechamiento y esperar un óptimo resultado.
La comunicación
Más allá de una transferencia de información, en una organización debe haber un buen nivel de comunicación, entre aquellos que administran y los que ejecutan. Esto es imprescindible para tener un buen ambiente de trabajo, y, en consecuencia, aumentar los buenos resultados.
El control de la gestión
Este cuarto elemento tiene que ver con el control constante a nivel administrativo de los procesos que se llevan a cabo en la empresa u organización; es decir, evaluar constantemente cada uno de los puntos del proceso sin descuidar ninguno de ellos para que se llegue a ejecutar un trabajo armónico y complementario entre cada uno de los componentes de la empresa.
Esperamos que este artículo haya sido de provecho, poniendo en contexto a lo que hoy conocemos como gestión empresarial. Como siempre, esperamos tus comentarios abajo.