Los hábitos atómicos son pequeños cambios positivos. Aunque individualmente no representen grandes cambios, cada uno es esencial, ya que contribuye a la mejora general.
Es un concepto cada vez más popular, que trae beneficios prácticos a la vida de una persona al favorecer el desarrollo personal.
¿Qué son los hábitos atómicos?
James Clear es un escritor y orador especializado en el manejo de hábitos, toma de decisiones y mejora continua. Es el autor del libro que también da nombre a este texto: «Hábitos atómicos«.
Según James, desarrollar un buen hábito comienza con pequeños pasos, pero tenemos que repetirlo una y otra vez. Es precisamente de esa idea de «pequeños pasos» que viene el término «atómicos», puesto que la palabra significa «partícula diminuta».
Siendo así, todo cambio de hábito debe comenzar con pequeños hábitos, comparables a un átomo. Es decir, si hay cambios que consideras urgentes en tu vida, vas a precisar comenzar de a poco, con pequeños cambios, realizados con convicción y persistencia.
Pero, ¿por qué los cambios deben darse poco a poco? En resumen, la respuesta la puedes encontrar en un ejemplo comportamental muy común: es común que abandonemos hábitos que nos exigen demasiado porque se vuelven insostenibles ya al principio de su implementación.
Características de los hábitos atómicos
Existen algunos elementos que nos permiten identificar los hábitos atómicos, como un cambio en el enfoque a aquellos hábitos que nos hacen daño.
Hábitos atómicos se enfocan en la identidad humana
Al hablar de pequeños hábitos que generan cambios positivos en la vida, estamos fijándonos en cambios que se centran en la persona. No se trata de perder peso, por ejemplo, se trata de ser una persona saludable.
¿Ves que el aspecto más importante se fija en la persona en sí y en su calidad de vida?
Facilidad de repetir
Implementar un nuevo hábito en tu vida exige de ti la capacidad de repetirlo. En efecto, llamados hábito a un tipo de comportamiento que se vuelve ordinario, gracias a las repeticiones.
Si tienes, por ejemplo, una fruta en tu mesa todos los días, es más fácil repetir ese hábito alimentar si comes una fruta todos los días.
Son atractivos
Hábitos atómicos son, necesariamente, atractivos. Es decir, se trata de cambios que hacen bien a la persona. ¿O me vas a decir que no es más fácil comer una fruta que te gusta que una fruta que no se adapta a tu gusto?
Sobre ese elemento, podemos resumir diciendo que son hábitos que te hacen sentir bien.
Resumen del libro «Hábitos atómicos» de James Clear
La idea central del libro de James Clear es que al mejorar un poco cada día seguirás generando mejoras significativas con el tiempo.
Si logras mejorar un 1% cada día en algo, serás 37,78 veces mejor al final de ese año, porque los hábitos están hechos de autodesarrollo.
La forma de lograr estos resultados es centrarse en el proceso que condujo a la meta, no en la meta en sí.
Asimismo, para el autor, nuestros hábitos moldean nuestra identidad; es decir, nuestra imagen de nosotros mismos surge de nuestros hábitos.
De ese modo, podemos, entonces, mejorar nuestra identidad al centrarnos en el proceso de asumir mejores hábitos.
A lo largo de la obra, Clear aún dará algunos tips para establecer un nuevo hábito y para romper con otros patrones de comportamiento.
Ejemplos prácticos de cambios de hábitos
No siempre resulta sencillo llevar para la propia vida lo que aprendemos. Sin embargo, al detenernos a conocer algunos ejemplos prácticos, solemos lograr un mejor aprovechamiento de lo aprendido.
Pensando en eso, vamos a presentar algunos ejemplos prácticos de hábitos atómicos que puedes implementar en tu vida.
Hábitos atómicos para los que quieren estudiar más
«Aprender más» no solo es un objetivo vago, sino que tampoco dice nada sobre quién eres. Las metas deben centrarse en «convertirte en un buen estudiante» o «convertirte en un experto en un tema».
Estos objetivos se relacionan con quién quieres ser, lo que te motiva a repetir las acciones necesarias para lograr tus objetivos.
Hablando acciones prácticas, ¿cuáles son?
No podemos prescribir exactamente lo que debes hacer. Sin embargo, aquí hay algunas ideas:
- Cada vez que tomes una clase, haz al menos una pregunta.
- Cuando posible, aproveche el tiempo en el transporte público para leer un libro o utilizar el celular para aprender más acerca de algún contenido.
¿Qué hacer para ahorrar dinero?
Tratar con el dinero tampoco es una tarea fácil para muchas personas. Sin embargo, construir un camino hacia sus objetivos financieros con la ayuda de hábitos básicos puede facilitar el proceso.
Por ejemplo, puedes programarte mensualmente para enviar dinero automáticamente a su cuenta de ahorros.
Además, guarde una lista de compras de elementos esenciales en tu aplicación de entrega de comestibles para evitar gastos excesivos.
¿Y si quiero tener una rutina de ejercicios físicos?
Quizás ya hayas comenzado a practicar ejercicios físicos muchas veces, pero no lograste establecer una rutina.
En efecto, podemos escuchar a muchas personas que dicen ser fácil empezar a practicar, pero muy difícil mantener el hábito en el día a día.
Además, cuando las personas comienzan a hacer ejercicio, experimentan formas que no son fáciles de mantener a largo plazo.
Por ejemplo, algunas personas deciden jugar al tenis un par de veces a la semana antes de ir a trabajar. No hay problema, pero es imprescindible que efectivamente el tiempo para esa práctica pueda ser «encajado» en la agenda personal.
¿Cómo desaprender un hábito que me causa daño?
Los hábitos son aprendidos, luego, también es posible seguir un trayecto inverso para abandonar patrones de comportamiento que no nos hacen bien.
Para eso, hay algunos pasos que puede ayudarte, caso estés intentando romper con algunos de esos hábitos.
Haz una lista de tus actividades
Primero, haz una lista de las actividades matutinas que debes hacer a lo largo del día. Analiza y escribe todo. Desde cosas simples hasta las cosas más importantes que recuerdas.
Como levantarse de la cama, cepillarse los dientes, lavarse la cara, desayunar, ducharse, prepararse para el trabajo o la universidad, la primera cita, la actividad uno, la actividad dos, el almuerzo, etc.
Es posible que algunas de estas acciones ya sucedan automáticamente en su mente. Por eso es importante mostrarle a tu cerebro cuáles son todas esas actividades.
No intentes cambiar todo de una vez
El primer paso para cambiar viejos hábitos es querer cambiar. Pero cambiar todo a la vez puede ser peligroso y malo para la mente y el cuerpo.
Por eso, la idea central de los hábitos atómicos es tan interesante: si logras mejorar un 1% cada día en algo, ya estarás haciendo bastante.