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¿Qué es el perfeccionismo y cuándo se convierte en algo peligroso?

La perfección está más para un ideal que para algo real. No obstante, hay quienes sufren cuando no logran realizar todo lo que han querido o cuando consideran como insuficiente lo que han hecho. Estamos delante del perfeccionismo, que puede convertirse en un problema.

Una persona perfeccionista quiere que todo lo que hace sea perfecto: su trabajo, pruebas, acciones y prácticas. Ella está convencida de que la perfección es el único camino hacia la aceptación personal y ajena.

La búsqueda por un ideal de perfección no necesariamente es algo malo, ya que muchas veces mueve a la persona a prepararse más y a dedicarle esfuerzo a lo que se propone realizar.

Sin embargo, puede convertirse en problema, especialmente cuando sale de los niveles aceptables. En efecto, el perfeccionismo está en la raíz de muchos disturbios comportamentales y también puede estar relacionado con trastornos alimentares, con la ansiedad y la depresión.

Existen al menos dos tipos de perfeccionismo

El perfeccionismo se puede clasificar en:

  • Normal, adaptativo o saludable, cuando la persona tiene motivación y determinación para hacer bien las tareas. Se trata más bien de una búsqueda por hacer lo mejor que se puede, y es algo positivo.
  • Neurótico o dañino, en el que la persona tiene un estándar de perfección muy alto, y muchas veces es necesario ejecutar la misma tarea varias veces porque cree que no es perfecto, lo que puede llevar a la frustración. Además de las dificultades personales que eso puede generar, muchas veces también las relaciones con los demás pueden dificultarse.

Muchas líneas de estudio atribuyen una cierta tendencia al desarrollo de estos patrones de comportamiento a la genética, otras colocan el perfeccionismo como un “rasgo de personalidad”, otras aún buscan explicaciones en el contexto social y en los eventos que pasan durante el crecimiento.

La respuesta para lidiar con la búsqueda de la perfección es el equilibrio. Alguien que no se preocupa por hacer un buen trabajo y no le importa una preparación cuidadosa es muy diferente de alguien que, sintiendo la obligación de ser perfecto, termina paralizado por el miedo a hacer algo mal.

Características de una persona perfeccionista

Generalmente, una persona con perfeccionismo tiende a tener algunas características, como:

  • Ser metódica y minuciosa.
  • Tiene dificultad para aceptar y aprender de los errores.
  • Extremadamente cuidadosa para evitar que algo salga mal; por veces tiene dificultad de comenzar algo por causa de ese temor.
  • Autopunición cuando comete un error.
  • Sentimiento de culpa.
  • Dificultades para trabajar en equipo.
  • Inflexibilidad ante los errores de los demás.
  • Falta de confianza en otras personas, ya que piensa que nadie hará las actividades tan bien como ella.
  • Nunca siente que ha alcanzado el mejor resultado, porque siempre falta algo.
  • Gran resistencia a las críticas.

Perfeccionismo: no todo es malo

Esta búsqueda constante de los mejores resultados puede tener un impacto positivo en la vida, como hemos dicho al comienzo. Después de todo, una persona perfeccionista suele ser estudiosa, decidida y dedicada.

Con eso, garantiza buenos resultados en la universidad y en el mercado laboral, por ejemplo. Cuando este tipo de persona se desafía a sí misma en algo, el resultado final suele ser bueno.

El problema es que, en algunos casos, el perfeccionismo va más allá de lo saludable y se convierte en una obsesión. Entonces, cuando una persona no alcanza el estándar de perfección que le gustaría, termina sintiéndose frustrada, débil e incapaz.

También puede suceder que un perfeccionista viva con mucho miedo a cometer errores y sufra de ansiedad. En casos como este, la ayuda de un psicólogo es fundamental, ya que el perfeccionismo puede incluso ser desencadenante de enfermedades como el pánico, la ansiedad y la depresión.

Recuérdate que mantener o restablecer el equilibrio de nuestra salud mental es algo muy importante.

Dejar la búsqueda de la perfección

La clave para buscar la solución de algunos problemas se encuentra en el equilibrio. Cuando algo nos falta o cuando tenemos algo en exceso, podemos vernos envueltos en algunos problemas.

Aunque no sea algo tan sencillo, algunos pasos pueden ser dados para lograr más equilibrio y evitar el perfeccionismo, como:

  • Considerar que la perfección no existe. De hecho, podemos preguntarnos ¿cuál es la «regla» que usamos para medir la perfección o imperfección de algo?
  • En relación con el ítem anterior, podemos indicar otro aspecto importante: No te compares con los demás. Cada persona es única y hay varios factores por tras del modo de actuar y de los resultados positivos y negativos que cada persona obtiene en la vida. ¡Compararse no es justo!
  • Detente y observa el daño que está causando este comportamiento ahora.
  • No tenga miedo de las críticas.
  • Establezca una fecha límite para realizar las actividades. Eso puede ayudarte a no tomar demasiado tiempo rehaciendo un trabajo ya concluido, por ejemplo.
  • Trate de hacer las cosas bien hechas en lugar de perfectas.

5 señales de alerta: cuando el perfeccionismo se convierte en problema

El perfeccionismo no se caracteriza como una enfermedad, pero puede indicar algunos problemas. En efecto, es una característica que se puede observar en personas con trastornos alimentarios, obsesivo-compulsivos, de ansiedad y depresión.

Por ello, cuando la incesante búsqueda de la perfección se convierte en un problema, ya sea en la vida personal o profesional, es fundamental consultar a un psicólogo para el correcto diagnóstico y tratamiento de este problema.

A continuación, presentamos algunos indicadores que muestran que el perfeccionismo puede estar convirtiéndose en un problema más grave.

1. Miedo constante

Cuando una persona a menudo tiene miedo de que algo salga mal, se saldrá de control o decepcionará a otros. Es un gran miedo a equivocarse y, por eso, a ser rechazado.

2. Pensamiento extremo

No hay término medio: o todo fue perfecto o fue completamente horrible. El perfeccionista no puede ver lo bueno en situaciones si un pequeño detalle no sale como se esperaba. Con eso, comienza a sentirse despreciable, considerándose un desastre total.

3. Opinión de los demás

El perfeccionista exagerado siempre quiere saber lo que los demás piensan de él y de sus acciones. Además, no admite cuando alguien no está satisfecho con una de sus tareas y constantemente quiere demostrar sus habilidades.

4. Autosabotaje

El miedo a cometer errores es tan grande que, para no sorprenderse, el mismo perfeccionista lo hace posible. Es una forma irracional de acabar con la ansiedad que tanto lo hace sufrir.

5. Frustraciones

Las frustraciones son parte de nuestra vida y necesitamos saber cómo lidiar con ellas.

Cuando el perfeccionismo cruza el umbral saludable, la persona no puede aceptar sus errores y se siente triste y culpable.

También es común que evite nuevos desafíos o situaciones diferentes, solo por temor a que no salga bien y que, como resultado, se frustre. En esos casos, el perfeccionismo requiere una atención especial para que la persona logre salir adelante.

Lucas - Equipo Editorial

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