Personas asertivas hacen la diferencia en las relaciones interpersonales. Una persona asertiva, según la psicología del comportamiento, es segura y confiada en su modo de actuar. Es decir, un individuo que está seguro de sus acciones, actitudes y comportamiento.
También según estudios psicológicos, el comportamiento de las personas se puede dividir en cuatro categorías principales: agresivo, pasivo, pasivo-agresivo y asertivo.
Personas asertivas son aquellas que demuestran un comportamiento equilibrado. Expresa opiniones y deseos sin, sin embargo, faltar el respeto a las necesidades de los demás.
¿Qué es una persona asertiva?
La asertividad es la cualidad de alguien que suele ser muy claro y objetivo en sus ideas. Con esto, un individuo muestra más confianza en lo que dice, siendo directo sobre lo que defiende.
La idea aquí no es volverse agresivo o invasivo ni nada por el estilo. Sin embargo, para posibilitar un mayor entendimiento entre el hablante y el oyente es preciso saber expresarse y acoger lo que los demás tienen a decir.
En general, una persona asertiva suele tener confianza en lo que habla. Suele transmitir auténtica seguridad a través de su discurso, abriendo posibilidades de reflexión y de respuesta a los demás. Sin barreras para expresarse adecuadamente, logra definir una posición, evitando así cualquier duda.
En resumen, la definición de asertividad consiste en un conjunto de habilidades prácticas sociales y de comunicación. La comunicación asertiva se basa en el respeto a todas las partes y su objetivo es negociar un punto medio entre varias posiciones.
La asertividad consiste en expresar y defender la propia opinión, un punto de vista o ideas teniendo en cuenta los derechos propios, pero también los de los demás. Respetando el punto de vista del otro, la asertividad promueve la comprensión y la empatía y te permite llegar a un terreno común.
Características de las personas asertivas
Respeto
Contrariamente a cualquier aspecto violento, los asertivos buscan respetar a los demás y a sí mismos. Esto se manifiesta, por ejemplo, en preservar la dignidad de ambos cuando hay un conflicto en curso.
Sinceridad
La sinceridad ocupa un valor destacado en sus relaciones, y se valora constantemente en cualquier contacto. De esta forma, se muestran más claros y sin barreras.
Cultivo de la comunicación
La comunicación es considerada un problema para la mayoría de las personas. Sin embargo, los asertivos la usan de manera positiva. Se trata de saber usar correctamente de las palabras, lo que permite una mayor comodidad y claridad en una conversación.
Autocontrol
Los asertivos regulan sus emociones, por lo que adoptan una postura más serena. Con esto, se desarman emocionalmente y evitan espasmos emocionales que puedan comprometerlos.
Independencia emocional
Los asertivos son más resistentes al rechazo o la indiferencia de los demás. Como resultado, son más independientes de las opiniones y creencias de los demás.
Sabiduría para poner límites
Muchas veces, nos sentimos culpables al decir «no» a quien lo necesita. Es parte de la asertividad saber poner límites cuando necesario, y expresar su propia necesidad, incluso cuando sea para decir «no».
5 consejos para convertirte en una persona asertiva
A veces pasamos por alto cómo un cambio en nuestro estilo de comunicación puede transformar las actividades cotidianas y los estados de ánimo.
Piense en momentos en los que estabas profundamente molesto, pero has optado por no discutir. O, por el contrario, reaccionaste al malestar de manera impetuosa, respondiendo de manera grosera, provocando un malestar aún mayor.
Cuando estas posturas se convierten en patrones de comportamiento, necesitamos reflexionar. El escape o el ataque no pueden ser hábitos comunes. Ambos nos llevan al aislamiento social, al estrés y a la ansiedad.
Desarrollar la asertividad es precisamente la forma de mejorar tus interacciones. ¿Pero cómo hacerlo?
1. Practicar la empatía
Es posible resolver —o evitar— los conflictos cuando adoptamos la perspectiva del otro para evaluar las situaciones.
Una persona asertiva tiene una escucha activa. Por eso, haz preguntas abiertas, deja que tu interlocutor revele sus gustos, insatisfacciones o necesidades.
No se apresure a juzgar. No tienes que estar de acuerdo con lo que piensa la otra persona. Solo necesitas comprender sus motivos para descubrir cómo continuar la conversación.
2. Aprende a decir no
Ser asertivo no significa poder hacerlo todo. Tienes límites y debes respetarlos.
El miedo a generar decepción o desagrado puede llevarnos a aceptar compromisos para los que no estamos verdaderamente disponibles.
Profesionalmente, esto puede ser bastante común.
Confundimos productividad y eficiencia con excesos tóxicos. Tenga cuidado, esto puede causar efectos nocivos, como el síndrome de agotamiento.
Enfrenta la realidad de tu tiempo y habilidades. Si algo va en contra de su capacidad de desempeño, discuta.
Siempre que sea posible, presentar alternativas a lo solicitado. Cuando se ofrecen opciones entre sí, hacen que la conversación sea más amistosa.
3. Mantén la calma
¿Se puso intensa la discusión? Gritar no facilitará las cosas.
Respira hondo, literalmente. Al controlar nuestra respiración, recuperamos la capacidad de razonar con claridad.
Recuerda que personas asertivas también son buenas en la resolución de problemas. Ganar “en el grito” no es una opción.
4. Aprende a filtrar las críticas que recibes
Diariamente, estamos expuestos a todo tipo de comentarios. Incluso en las redes sociales, donde los famosos haters promueven inquietantes ofensas.
Hay opiniones que sin duda debes ignorar. Pero, como no eres una persona “dueña de la razón” y estás sujeto al fracaso, también debes cultivar una actitud de apertura a las críticas que te hagan pensar.
¿Cómo definir tu actitud en cada situación?
El primer consejo es volver al primer paso de esta lista: practicar la empatía.
5. Di lo que piensas
El miedo al rechazo es un obstáculo que hay que superar. Es seguro que escucharás negaciones a lo largo de tu vida. El problema es asumir una actitud que te impide intentar expresarte.
En este sentido, será sumamente importante que desarrolles capacidades de comunicación, de modo a saber expresar lo que piensas.
Por otro lado, ten en cuenta que personas asertivas no solo dicen lo que piensan, sino que saben cómo decirlo. Es decir, será importante también saber expresarte de modo asertivo, evitando los malentendidos y los ataque verbales.