Para saber cómo practicar la resolución de problemas, podemos empezar diciendo que nuestra capacidad depende enteramente de nuestra experiencia. Es decir, con cada nueva experiencia que vamos adquiriendo nuestra capacidad puede ir aumentando.
La resolución de problemas forma parte de cada aspecto de nuestras vidas y a veces no estamos completamente conscientes de que manejamos estas habilidades. Porque en el trabajo y en la vida constantemente vamos reparando y solucionando situaciones complejas casi en automático. Y descartamos la posibilidad de practicar esta habilidad de forma técnica.
Practicar la resolución de problemas de forma técnica significa que conociendo nuestras limitaciones y haciendo uso de diferentes herramientas existentes como el diagrama de Gantt o la Matriz Eisenhower podemos de forma ordenada y controlada brindar soluciones más efectivas a los diferentes retos del día.
En ocasiones descartamos estas habilidades porque pensamos que solo es un truco de autorrealización. Pero no lo es, es una habilidad real y necesaria para sobrellevar las dificultades que se puedan presentar. A nivel laboral esta habilidad es muy demandada, y sobre todo se exige a personas que vayan a gestionar áreas grandes o cumplan con cargos altos dentro de la empresa, ya que se necesita personas de confianza capaces de tomar decisiones.
Qué es la resolución de problemas
En resumen la resolución como palabra, como concepto significa que es el acto y el resultado de resolver algo. Este verbo puede referirse también a la habilidad de encontrar la manera de sobrellevar un problema de la mejor manera posible.
Un problema, por otra parte, es una dificultad, un contratiempo o un inconveniente, el cual se nos presenta precisamente para que utilicemos nuestras habilidades de resolución de problemas.
Entonces, haciendo una síntesis de estos dos conceptos nos encontramos con que la resolución de problemas se refiere a la capacidad que tenemos para brindar una solución concreta a un problema concreto.
Cómo practicar la resolución de problemas
El concepto de resolución de problemas está vinculado al procedimiento que permite solucionar una complicación. La noción puede referirse a todo el proceso o a su fase final, cuando el problema efectivamente se resuelve. Es decir puede ser un proceso y también un resultado.
En un sentido más amplio, la resolución de un problema comienza con la identificación del asunto en cuestión. Después de todo debemos estar al tanto de la existencia de la contrariedad para poder gestionarla. Si no se identifica el problema no habrá tampoco necesidad de encontrar una solución.
Una vez que el problema se encuentra identificado, se puede convertir en un objetivo para alcanzar. A partir de allí se hará necesario establecer una planificación con la cual podremos desarrollar una serie de pasos lógicos que derivan luego en una resolución plausible. De cierta manera, la resolución de problemas exige seguir determinados pasos porque si no se cumplen lo más seguro es que no concretemos efectivamente la misión establecida.
Ejemplo, eso es lo que ocurre con los problemas matemáticos. Se deben seguir una serie de pasos lógicos y consecutivos, determinar variables, y modificarlas con las reglas matemáticas que nos van a llevar a su punto máximo o mínimo de solución. Los procesos de resolución nos llevarán a un resultado.
Herramienta para la resolución de problemas
En muchos casos nuestra vida laboral se ve afectada por problemas de organización puntuales, estos problemas pueden ser de todo tipo, tamaño y color. Algunos están enfocados a procesos técnicos y otros de carácter comunicación u organizativo. Nos podemos encontrar con que la información no llega a tiempo, con demoras, la información puede ser mal procesada, el embudo de ventas debe ser cambiado porque no funciona, se pierden clientes o simplemente, no hay una dirección clara en el departamento y los procesos están dispersos..
Para todo este tipo de problemas existen algunas técnicas y herramientas que favorecen a la obtención de resultados y como mencionamos anteriormente, para la resolución de problemas se pueden usar diferentes herramientas, a continuación te hablaremos de algunas de ellas.
Diagramas de Gantt
Los procesos a veces no fluyen como deberían y se atascan o simplemente se ejecutan mal. para evitar que eso ocurra podemos utilizar el diagrama de Gantt. Porque si no sabemos bien cómo encajan las piezas de nuestro rompecabezas, inevitablemente perderemos mucho tiempo persiguiendo los detalles que faltan y se nos va a complicar la ejecución de la planificación.
Entonces un diagrama de Gantt te permite detectar fácilmente las dependencias de las diferentes tareas en las fases de planificación de tu proyecto. De este modo, puedes tenerlas en cuenta cada proceso y así este no acabará siendo un problema en tu cronología. Podrás ir midiendo los avances en función del tiempo y se podrán ejecutar las actividades en orden consecutivo y no en desorden o al mismo tiempo. Esto te permitirá tener una ejecución del plan más efectiva.
Matriz Eisenhower
Muchas veces nos sentimos agobiados por la cantidad de actividades que se deben realizar y existe muy poco tiempo. Allí todo nos empieza a parecer prioritario y con seguridad vamos a querer hacerlo todo al mismo tiempo de forma urgente. Ante esa situación calma, no te desesperes. Con esta herramientas vas a poder conseguir una manera más ordenada de saber por donde empezar a ordenar el desorden.
Cuando se trata de métodos y herramientas para la resolución de problemas, una matriz Eisenhower nos puede ayudar a identificar rápidamente las tareas más urgentes e importantes en curso.
La puedes aplicar de la siguiente manera: dibuja un cuadrado y divídelo en cuatro cuadrantes. En la parte izquierda, etiqueta un cuadrante como “importante” y el otro como “no importante”. En la parte superior, un cuadrante debe tener la etiqueta de “urgente” y el otro ha de titularse como “no urgente”.
Y allí puedes ir descargando las actividades y clasificándolas según su importancia y urgencia. Así conocerás de forma especifica con cuales actividades empezar a ejecutar tu plan de soluciones o proyectos. Puedes seguir la siguiente guía de parámetros:
Importante y urgente: estas tareas han de estar en la parte superior de tu lista de prioridades.
No importante y urgente: estas han de estar en segunda línea o delegarse.
Importante y no urgente: deja tiempo en el calendario para ocuparte de ello cuando el equipo no esté tan agobiado.
Ni importante ni urgente: estas tareas ni siquiera deberían ser una preocupación para ti en este momento.
¿Qué otras herramientas y técnicas de resolución de problemas conoces? Si tienes alguna recomendación, puedes dejarla en los comentarios para que sigamos intercambiando estos conocimientos.